Despertarse a los peligros de las radiaciones

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www.newt-up.org www.sciencealert.com.au/opinions/20110403-21915.html

07 03 2011

Despertarse a los peligros de las radiaciones

Por Lyn McLean



Estaría usted dispuesto a tomar un medicamento que no ha sido testado antes de su lanzamiento en el mercado?
 ¿Quiere tomar el medicamento si los fabricantes le aseguran que es "seguro" ? ¿Qué pasa si otros que lo han tomado desarrollan problemas que van desde dolores de cabeza a las enfermedades que amenazan la vida?
Por último, ¿Aceptaría usted que lo tomaran sus hijos?
Por ridículo que esta situación pueda parecer, la verdad es que la mayoría de la gente recibe exposiciones potencialmente perjudiciales así todos los días - no necesariamente de una droga -, sino de un riesgo totalmente diferente.
Este riesgo es la contaminación electromagnética - las emisiones invisibles
de todas las cosas eléctricas y electrónicas. Es emitida por las líneas
eléctricas con o sin CPL, por los electrodomésticos y equipos eléctricos,
computadoras, redes inalámbricas, móviles y teléfonos inalámbricos DECT,
estaciones base de telefonía, TV y emisoras de radio y así sucesivamente.
Los departamentos de los ingenieros de las diferentes empresas compiten
para desarrollar una gama cada vez con más diversificación de las
tecnologías de la radiación para seducir a una generación de adictos, y con
ello garantizar un retorno lucrativo en inversiones permanentes, hay una
suposición implícita de que estas tecnologías son seguras. Cumplen con las
normas internacionales, se nos dice.
Esto proporciona la ilusión de la seguridad.

Desafortunadamente el cumplimiento de las normas internacionales no es más una garantía de seguridad de que ser rico es una garantía de la felicidad.
Las normas actuales protegen sólo contra uno de los efectos que es uno de los efectos a corto plazo de la irradiación artificial por microondas, la del calentamiento y sólo para un período corto (6 minutos). Descuidan, desde luego, la protección contra los efectos nocivos a largo plazo de las irradiaciones, es este género de radiaciones que usted y yo estamos expuestos si utilizamos un teléfono móvil o sin hilos cada día o vivimos cerca de una línea a alta tensión o cerca de antenas enlace (E .B.T.M.) , en breve, todos estaremos totalmente expuestos.
La reglamentación considerada nos protege solamente contra algunos de los efectos de las radiaciones : es una absurdidad burocrática. Es como un coche con airbags pero sin sus frenos. Están desprovistas de sentido común las normas para la protección actual de Salud Pública por las radiaciones de las microondas de las AF (HF).
En particular, para una exposición a largo plazo las radiaciones electromagnéticas artificiales están probados los efectos deletéreos tales como la leucemia, la enfermedad de Alzheimer, los tumores cerebrales, la esterilidad, los dolores de cabeza, la depresión, trastornos del sueño, una disminución de la libido, una irritabilidad, el estrés y los efectos genéticos con daños que acaban en cánceres.
El corto plazo es un enfoque corto de miras para la protección de la salud pública. Por contra se garantiza la protección de los beneficios anuales de la industria en la medida en que se encuentran en constante renovación.
Este aspecto se impone, por supuesto, no garantiza la seguridad de los usuarios de esta tecnología, en particular la de los niños que son más vulnerables, pero también para poder tomar las decisiones adecuadas y la evolución tecnológica en paralelo para ejecutar la duración de la exposición a la radiación.
La historia está repleta de ejemplos de innovaciones que parecían una buena idea en ese momento pero que finalmente causó daños incalculables a los fabricantes, a los fondos públicos y a la salud de los usuarios, el tabaco,
el amianto y el plomo son ejemplos de ello.
El riesgo para la salud de la contaminación electromagnética artificial es una catástrofe de salud pública que se está desarrollando ante nuestros ojos. Al no aplicar las normas adecuadas; al ignorar los signos de riesgo comprobados por la ciencia; al no velar porque estas tecnologías adictivas sean seguras antes que se pongan en el mercado, las autoridades de salud pública han derogado sus responsabilidades y han optado por jugar a la ruleta rusa con nuestra salud en las apuestas financieras.
Es un juego loco que el mundo parece dispuesto a asumir.




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