Un tablon de exposicion y debate sobre los efectos de las ondas (sobre todo) las de frecuencias similares a la wireless, en los seres vivos y los ecosistemas.
INTRODUCCION
Cualquier tecnología suficientemente avanzada no se puede distinguir de la magia.
The Lost Worlds of 2001 - Arthur C. Clarke
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martes, 29 de noviembre de 2011
EFECTO DE LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS EN EL SISTEMA ENDOCRINO HUMANO
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Dr. Darío Acuña Castroviejo
Catedrático de Fisiología Médica
Teléfono: +34-58-246631
Fax: +34-58-246295
E-mail: dacuna@ugr.es
Granada, 31 de julio de 2006
INFORME CIENTÍFICO SOBRE EL EFECTO DE LOS CAMPOS
ELECTROMAGNÉTICOS EN EL SISTEMA ENDOCRINO HUMANO Y
PATOLOGÍAS ASOCIADAS
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El presente Informe ha sido elaborado y emitido por el Profesor Darío
Acuña Castroviejo, Catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada,
Secretario del Instituto de Biotecnología de dicha Universidad, y co-editor del
Journal of Pineal Research, la principal revista científica internacional del campo
de la melatonina, en base a sus conocimientos y experiencia investigadora en el
campo de la Endocrinología y específicamente de la melatonina.
Darío Acuña Castroviejo
Catedrático de Fisiología
INFORME CIENTÍFICO SOBRE EL EFECTO DE LOS CAMPOS
ELECTROMAGNÉTICOS EN EL SISTEMA ENDOCRINO HUMANO Y
PATOLOGÍAS ASOCIADAS
1.-Antecedentes
La salud de nuestro organismo se mantiene gracias al perfecto
funcionamiento de nuestros sistemas reguladores, siendo el sistema endocrino
el que ejerce un control perfecto para mantener la comunicación entre el
sistema nervioso y el sistema inmune. Por ello se habla de sistema
neuroinmunoendocrino, responsable del equilibrio funcional, esto es, la
homeostasis corporal, trabajando en íntima comunicación.
Esta intercomunicación se debe a que las células de los tres sistemas comparten
receptores y mediadores específicos de los otros. A su vez, este relación entre
sistemas explica una serie de hechos como son que las situaciones de depresión,
estrés emocional o ansiedad, se acompañen de una mayor propensión a padecer
procesos infecciosos, cáncer o enfermedades autoinmunes, lo que supone una
peor salud y menor longevidad. Por el contrario, situaciones agradables y un
estado vital optimista nos ayuda a superar enfermedades, y en general a tener
mejor salud. Por otra parte, se ha confirmado que alteraciones en el sistema
inmune, como puede suceder en un proceso infeccioso, modifican
negativamente la funcionalidad del sistema nervioso y endocrino, y viceversa.
En todos los casos mencionados, las alteraciones de la salud se acompañan de un
aumento significativo del estrés oxidativo, existiendo un disbalance del estado
redox de la célula. Por ello, cualquier incidencia en uno de los sistemas
reguladores afecta a los demás, lo que tiene enorme trascendencia en medicina,
a la hora de buscar las causas de determinadas patologías.
2.-Campos electromagnéticos
Los seres vivos son estructuras bioeléctricas. Toda célula viva se comporta
como un dipolo debido a la diferencia de potencial a través de la membrana
celular, entre -10 y -l00 mV. Por otro lado, la Tierra se encuentra rodeada de un
campo magnético estático de un valor promedio de 500 mG y con
manifestaciones naturales esporádicas de tormentas magnéticas de origen solar.
Por tanto, los seres vivos han estado sometidos durante millones de años a
influencias magnéticas naturales, que probablemente tuvieron y tienen
influencia sobre diversas funciones biológicas. Cuando los campos magnético y
eléctrico varían en el tiempo constituyen el campo electromagnético. Con la
energía eléctrica y las telecomunicaciones se inicia la presencia en el ambiente
laboral y doméstico de las radiaciones electromagnéticas (radiaciones no
ionizantes) con frecuencias de ondas entre los 100 KHz a 300 GHz. La
proliferación en el número de fuentes que emiten radiaciones electromagnéticas
ha traído como consecuencia la preocupación por conocer la influencia que
sobre la salud tiene este factor físico.
2.1.-Interacción biológica de los campos electromagnéticos
La naturaleza de la interacción entre una emisión electromagnética y el
material biológico depende de la frecuencia de la emisión. La frecuencia y la
longitud de onda están relacionadas, y cuando la frecuencia aumenta, la longitud
de onda disminuye.
Aunque se habla normalmente del espectro electromagnético como si produjera ondas de energía, algunas veces la energíaelectromagnética actúa en forma de partículas más que como ondas; esto es particularmente cierto para altas frecuencias.
La naturaleza de estas partículas electromagnéticas es importante, porque es la energía por partícula (o fotón, como se denominan estas partículas) la que determina qué efectos biológicos producirá la energía electromagnética. Los campos magnéticos son difíciles de apantallar y penetran fácilmente en edificios y personas. Por el contrario, los campos eléctricos tienen muy poca capacidad de penetración en la piel o edificios. Como los campos eléctricos estáticos no penetran en el cuerpo, está asumido que cualquier efecto biológico por exposición habitual a campos estáticos tiene que ser debido al componente magnético del campo eléctrico.
Debido a su composición electrolítica los seres vivos son buenos conductores de
la electricidad. A través de las membranas celulares y de los fluidos corporales
intra y extracelulares existen corrientes iónicas, especialmente en las células
nerviosas y musculares a las cuales debe estar asociado un campo magnético.
Además, en los sistemas biológicos existen estructuras magnéticamente
influenciables como los radicales libres que presentan propiedades
paramagnéticas.
La respuesta de un sistema biológico a un campo magnético externo
depende tanto de las propiedades magnéticas intrínsecas del sistema como de
las características del campo externo y de las propiedades del medio en el cual
tiene lugar el fenómeno. Por otro lado, las radiaciones no ionizantes de
frecuencia extremadamente baja como es el caso de los campos magnéticos de
50 Hz afectan a una gran cantidad de procesos bioquímicos, entre los que se
encuentran: a) síntesis de ácidos nucleicos (ADN y ARN ), responsables de
nuestra dotación genética y de la herencia, y de proteínas; b) cambian la
producción de hormonas; c) modifican la respuesta inmune, y d) modifican el
grado de crecimiento y diferenciación celular, condicionando la aparición de
cáncer. Desde el punto de vista físico, se supone que la interacción principal
entre el campo electromagnético y el organismo ocurre en la membrana celular
y más específicamente en los canales iónicos, siendo los del calcio los que
participan más activamente en las alteraciones biológicas .
2.2.-Campos electromagnéticos y radicales libres
Los radicales libres son átomos y moléculas que debido a su conformación,
tienen el potencial de dañar las células de nuestro organismo que entran en
contacto con ellos. En el organismo humano, los radicales libres se producen
normalmente durante el metabolismo aeróbico celular, principalmente a nivel
de la cadena respiratoria mitocondrial, fagocitosis, síntesis de prostaglandinas, y
el sistema de la citocromo P450 en el hígado. Los radicales libres también se
pueden generar a partir de reacciones no enzimáticas como las reacciones del
oxígeno con compuestos orgánicos, y las producidas por las radiaciones
ionizantes y no ionizantes. El daño del tejido puede ser lo suficientemente serio
como para conducir a la muerte celular. Nuestro organismo se defiende del
ataque de los radicales libres mediante el Sistema Antioxidante Endógeno. Por
ello existe en nuestro organismo un delicado equilibrio entre la producción de
radicales libres, necesarios por parte de nuestro sistema inmune, y la
neutralización de radicales libres cuando se producen en exceso. La mayoría de
las veces la pérdida de este equilibrio en nuestro cuerpo provoca la presencia de
cantidades exageradas de radicales libres, induciendo daño a las macromoléculas de la célula como acidosis nucleicos (ADN y ARN), proteínas y lípidos, que pueden conducir a mutagénesis y cáncer o a la muerte celular; en cualquier caso, aceleran el proceso de envejecimiento y posibilitan el desencadenamiento de enfermedades diversas.
En los seres vivos, los radicales libres que se forman fisiológicamente
están regulados por los sistemas de defensa antioxidante. Cuando la producción
de radicales libres aumenta por encima de la capacidad defensiva de la célula, se
crea un estado de estrés oxidativo que subyace a muchas patologías. La polución
ambiental, el tabaco, las comidas ricas en alimentos procesados, las situaciones
de estrés físico y emocional provocan la producción de radicales libres en una
cantidad mayor que la que el organismo puede neutralizar normalmente.
Entonces, estos radicales libres dañan diferentes estructuras tales como el
endotelio vascular (lesiones vasculares, enfermedad aterosclerótica), neuronas
(enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, Alzheimer, etc.). Los
sistemas biológicos de defensa antioxidante están formados por dos grupos de
moléculas. Un grupo lo constituyen los sistemas de carácter enzimático, como la
superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT), glutatión peroxidasa (GPx),
glutatión reductasa (GRd), glutatión-s-transferasa (GST) y glucosa-6-fosfato-
deshidrogenasa (G6PD). El segundo grupo está formado por moléculas
depuradoras de radicales libres, tales como las vitaminas C y E, el glutatión, y la
melatonina. La mayoría de estos sistemas actúan tanto en el citosol como en la
mitocondria, siendo este segundo lugar el más importante para prevenir el daño
oxidativo y la muerte celular subsiguiente.
Los efectos adversos de los campos electromagnéticos incluye el aumento
de la producción de radicales libres, tanto de oxígeno (ROS) como de nitrógeno
(RNS) y la disminución de las defensas antioxidantes. Las personas expuestas a
dichos campos muestran un aumento significativo de los niveles plasmáticos de
SOD y de peróxido de hidrógeno, lo que concuerda con el aumento de SOD.
Asimismo, la capacidad antioxidante total del plasma disminuye
significativamente en el grupo de personas expuestas, mientras que aumenta de
manera significativa la concentración sérica de malondialdehido tras la
exposición, indicando un aumento de la oxidación de los lípidos de la membrana
celular. El daño a nivel subliminal está presente en patologías cardiacas, o en la
inducción de cataratas después debido al daño de las proteínas del cristalino. En
relación a la inducción del cáncer, los campos electromagnéticos no son
ionizantes y por tanto pueden afectar a los procesos de proliferación celular a
través de la generación de radicales libres, los cuales pueden actuar a su vez
sobre los procesos de transformación neoplásica de las células.
Por último, un reciente estudio indica que los campos electromagnéticos
estabilizan los radicales libres de tal forma que aumentan su vida media y
permiten una mayor dispersión. Ello aumenta la probabilidad de daño a las
macromoléculas de la célula, incluyendo los ácidos nucleicos, proteínas y lípidos.
La supresión de la proliferación celular inducida por un campo electromagnético
en presencia de antioxidantes, avala esta vía de daño.
2.3.-Campos electromagnéticos y patología
La función celular y orgánica está basada, regulada y coordinada por
diferencias de gradientes o potenciales iónicos y moleculares bioquímicos y
posteriormente electromagnéticas de baja frecuencia e intensidad. Esta
actividad inicialmente bioquímica y posteriormente electromagnética queda
expresada gráficamente con los electroencefalogramas, electrocardiogramas,
electromiogramas, y, mas recientemente, electromagnetogramas. Las ondas
electromagnéticas generadas por las corrientes eléctricas y por las microondas
(telefonía , telefonía móvil, radiofrecuencias, telefrecuencias, radares civiles y
militares, etc.) interfieren y distorsionan el funcionamiento normal del
organismo humano. Aunque en la bibliografía científica hay cierta controversia,
se han publicado con suficiente rigor metodológico diversos efectos nocivos en
las personas expuestas.
Los principales efectos perjudiciales de la exposición a campos electromagnéticos son los siguientes:
a) Trastornos neurológicos como irritabilidad, cefalea, astenia, hipotonía,
síndrome de hiperexcitabilidad, somnolencia, alteraciones sensoriales, temblores, mareos.
b) Trastornos mentales: alteraciones del humor y del carácter, depresiones, tendencias suicidas.
c) Trastornos cardiopulmonares: alteraciones de la frecuencia cardiaca,
modificaciones de la tensión arterial y alteraciones vasculares periféricas.
d) Trastornos reproductivos: alteraciones del ciclo menstrual, abortos,
infertilidad y disminución de la libido sexual.
e) Incremento del riesgo de algunos tipos de cáncer, como las leucemias
agudas y los tumores del sistema nervioso central en la infancia.
f) Trastornos dermatológicos: dermatitis inespecíficas y alergias cutáneas.
g) Trastornos hormonales: alteraciones en el ritmo y niveles de
melatonina, substancias neurosecretoras y hormonas sexuales.
h) Trastornos inmunológicos: Alteraciones del sistema de inmunovigilancia antiinfecciosa y antitumoral.
El riesgo potencial de estas complicaciones es mayor en los siguientes
grupos poblacionales: época pediátrica, tercera edad, mujeres embarazadas y
lactantes, y, especialmente, entre portadores de prótesis metálicas y
marcapasos. Lo anteriormente dicho está corroborado a día de hoy por la EPA
(Environmental Protection Agency) estadounidense y por la IARC (International
Agency for Research of Cancer).
Los continuos avances tecnológicos hacen que la incidencia de este tipo de
contaminación vaya en aumento. A finales de los años setenta aparecen los
primeros datos que indicaban una asociación entre campos electromagnéticos y
cáncer, particularmente leucemia infantil. Desde entonces, se han realizado gran
cantidad de estudios epidemiológicos y de laboratorio, para establecer una
relación entre la exposición a campos electromagnéticos y patología humana. La
IARC, referencia mundial sobre investigación del cáncer señala que a partir de
0,4 μT se duplica el riesgo de leucemia infantil en la población afectada. Se ha
observado un aumento de la tasa de mortalidad por leucemia en profesionales
relacionados con el trabajo en campos electromagnéticos y en niños que habitan
casas cercanas a tendidos de alta tensión. Países como Suecia han reconocido en
su legislación la incidencia de los campos electromagnéticos generados por las
líneas de alta tensión en la leucemia infantil. Otros estudios mostraron que la
mayoría de los casos de muerte súbita de lactantes se produce en la cercanía de
vías electrificadas, emisoras de radio, radar o líneas de alta tensión, es decir,
zonas expuestas a fuertes campos electromagnéticos. Se encontró también un
aumento de la frecuencia de malformaciones congénitas en niños cuyos padres
trabajaban en fuentes generadoras de alta tensión, indicando un efecto
genotóxico de los campos electromagnéticos.
Los cables eléctricos de 220 voltios y 50 Hz instalados en viviendas
generan campos que elevan la presión parcial de oxígeno en la sangre, así como
el hematocrito. Teniendo en cuenta que la actividad eléctrica cerebral del ser
humano manifiesta una periodicidad que va de 14 a 50 Hz en el estado de
conciencia de vigilia y entre 8 y 14 si se está relajado, se deduce que un campo
externo de 50 Hz como el de la red eléctrica común puede inducir estados de
nerviosismo (electroestrés). Además, esos campos pueden alterar el equilibrio
de grasas y colesterol en la sangre, aumentar la producción de cortisol y elevar
la presión arterial, lo que puede desembocar en trastornos cardiacos, renales,
gastrointestinales, nerviosos y otros. Otras alteraciones biológicas debidas a la
acción de campos electromagnéticos artificiales intensos incluyen cambios en la
temperatura corporal, alteración del balance electrolítico de la sangre, dolor
muscular en las articulaciones, dificultad en la percepción de los colores, fatiga,
inapetencia, disfunciones en el sistema nervioso central, estrés, disminución de
la cantidad de plaquetas, etc. En definitiva, las radiaciones electromagnéticas de
baja intensidad pueden tener una incidencia desfavorable en el desarrollo de
cáncer, afectar las funciones reproductoras, provocar alergias y depresiones, lo
que habla a favor de la existencia de una afectación del sistema
neuroinmunoendocrino.
2.4.-Campos electromagnéticos y expresión de genes
Estudios experimentales indican que tras la exposición a campos
electromagnéticos CEM, se produce una activación de las células del sistema
inmune, y aumento de producción de ROS y RNS. Se estudió la expresión de
genes en monocitos (células del sistema inmune) derivados de la sangre de
cordón umbilical humano tras la exposición a 1 mT. Los resultados indican la
alteración de la expresión en 986 genes. Existe una activación de la expresión de
genes de IL2, IL10, FOS, mientras que se reduce la de HIOMT, el enzima de la
síntesis de melatonina, entre muchos otros. Esos resultados, indican la puesta en
marcha de una vía de activación celular de los monocitos, con una inhibición de
la producción de melatonina. Esos efectos ocurren por la misma vía que la
activación de las células del sistema inmune producido por los lipopolisacáridos
bacterianos, los responsables de la inducción de la sepsis y shock séptico
humano, es decir, de una reacción inflamatoria sistémica muy grave. Además, la
producción de ROS tras la exposición a dichos campos electromagnéticos fue de
igual magnitud a la producida tras la administración de los lipopolisacáridos.
Por tanto, los campos electromagnéticos influencian directamente el genoma
humano, disminuyen la melatonina y producen una reacción inflamatoria cuyos
efectos pueden verse a medio o largo plazo.
2.5.-Efectos cognitivos de los campos electromagnéticos
Una de las consideraciones importantes y que hasta ahora ha tenido poca
trascendencia, es el efecto de los campos electromagnéticos sobre el cerebro y
las consecuencias a nivel cognitivo y conductual. La evidencia sugiere que
exposiciones breves pueden inducir cambios en la actividad eléctrica cerebral,
sobre todo en la banda de la frecuencia alfa (8-13 Hz). Asimismo, otro efecto que
se está estudiando ahora es la aparición de alteraciones después de la exposición
a los campos electromagnéticos, y no sólo durante la exposición misma. Varios
estudios demuestran efectos significativos en la fisiología cerebral y las
capacidades cognitivas tras la exposición a dichos campos. Entre ellos, hay
descrita una disminución de la memoria de reconocimiento tras la exposición a
100 μT durante 1 segundo, así como disminución de la actividad alfa en corteza
occipital, tras exposiciones de 15 min a 80 μT.
3.-Mecanismos endocrinos de los efectos adversos de los campos
electromagnéticos
3.1.-El sistema inmune
Desde que nacemos nos encontramos continuamente expuestos a padecer
infecciones y procesos cancerosos, frente a los cuales sucumbiríamos si no fuera
porque disponemos de un complejo sistema fisiológico que nos defiende de los
mismos, el sistema inmune. Este sistema es el encargado del reconocimiento de
nuestra propia integridad y de este modo poder defendernos de lo extraño a
cada uno de nosotros. El sistema inmune está constituido por una gran variedad
de células y moléculas capaces de reconocer y eliminar un número ilimitado de
diferentes agentes extraños al organismo, entre los que se incluyen no sólo los
microorganismos invasores sino también las células de nuestro cuerpo que
continuamente se malignizan por el ataque, entre otros, de los radicales libres. El
conjunto de mecanismos que se ponen en marcha para llevar a cabo esa función
se conoce como respuesta inmune, que consiste en una activación de las células
de dicho sistema. Esta activación es un conjunto de procesos que se encuentran
perfectamente regulados, ya que una activación inmunitaria descontrolada
podría suponer, y de hecho lo hace, la muerte del individuo.
El sistema inmune se divide funcionalmente en innato o inespecífico y
adquirido o específico. La respuesta inespecífica se desarrolla y actúa de forma
indiscriminada e inmediata frente a cualquier agente extraño que ha conseguido
pasar las barreras naturales de nuestro cuerpo, o frente a toda célula que se ha
transformado en cancerosa. Esta respuesta se lleva a cabo por una serie de
células como los fagocitos (neutrófilos, monocitos y macrófagos) y las células “ Natural Killer" (NK)( asesinas naturales) las cuales llevan a cabo una primera línea de defensa frente a lo extraño. La acción de las células fagocíticas conlleva el aumento del consumo de oxígeno y la consecuente producción de radicales libres de oxígeno (ROS), el primero de los cuales es el anión superóxido. La respuesta específica es responsabilidad de los linfocitos, que, una vez que han reconocido lo extraño, una de sus funciones más representativas es la capacidad de proliferar para tener un número adecuado de células capaces de responder a lo extraño.
Con estas propiedades el sistema inmune ha resultado ser fundamental en
el mantenimiento de la homeostasis corporal, siendo un claro sistema regulador,
en igualdad de condiciones con los sistema reguladores clásicos como el sistema
nervioso y el endocrino.
3.2.-Campos electromagnéticos y melatonina
3.2.1.-Funciones de la melatonina
La melatonina es una hormona de estrés y como tal su producción va
dirigida hacia contrarrestar el mismo. La glándula pineal es un órgano localizado
en el centro del cerebro, que convierte la serotonina en melatonina por la noche.
Este ritmo circadiano de melatonina constituye una señal fundamental para la
sincronización interna de una gran cantidad de ritmos endocrinos y no
endocrinos, como el propio sueño/vigilia. Además, la melatonina es una parte
vital del sistema antioxidante endógeno del organismo humano. Los efectos
principales de la melatonina podrían clasificarse en: a) antioxidante, por
depurar ROS/RNS y aumentar la expresión de los genes que codifican para los
enzimas antioxidantes; b) antiinflamatorio, por reprimir la expresión de los
genes que codifican para la óxido nítrico sintasa inducible (iNOS) y la óxido
nítrico sintasa mitocondrial inducible (i-mtNOS), y reducir la producción de NO.
Además, la melatonina estimula la producción de anticuerpos por el sistema
inmune; c) estimulante de las defensas inmunológicas al aumentar la síntesis de
anticuerpos, entre otras funciones. Además, la melatonina posee importantes
efectos oncostáticos, reduciendo la proliferación celular en el cáncer,
y neuroprotectores, quizás en parte debidos a las acciones anteriores. La
disminución de la producción de melatonina partir de los 35 años de edad, se ha
interpretado como un proceso favorecedor del envejecimiento y de procesos
asociados al mismo, como cáncer y neurodegeneración. Numerosos estudios
avalan el efecto preventivo de la administración de melatonina frente a muchas
alteraciones asociadas al estrés oxidativo y sus consecuencias.
3.2.2.-Efecto de los campos electromagnéticos sobre la melatonina
Estudios recientes han demostrado la capacidad que tiene la radiación
electromagnética de disminuir los niveles circulantes de melatonina, tanto en
animales como en el hombre. Los cables de alta tensión tienen una Influencia
decisiva en la disminución de la melatonina. Tras un mes de exposición, los
niveles de melatonina se reducen en un 40%, aunque una vez eliminada la
fuente de radiación, estos niveles vuelven a estabilizarse. La disminución de la
producción de melatonina tiene como consecuencia inmediata la alteración del
ritmo circadiano de melatonina, que provoca depresión y fatiga, síntomas bien
conocidos que se manifiestan en las personas expuestas a campos
electromagnéticos. Los campos electromagnéticos artificiales tienen el mismo
efecto en la glándula pineal que la luz, otro inhibidor de la producción de
melatonina. Pero mientras que durante la noche, la ausencia de luz estimula la
producción de melatonina, la exposición a campos electromagnéticos es
continua durante las 24 horas, impidiendo de este modo el proceso de síntesis
nocturna de melatonina. En este sentido, se ha realizado un estudio muy
interesante en humanos expuestos a 1 μT alrededor de la cabeza y 10 μT en el
resto del cuerpo en su hábitat de trabajo habitual. La menor producción de
melatonina se encontró en mujeres, y el descenso fue mayor en mujeres que
trabajan por la noche , lo que indica que existe una sumación de efectos entre la
exposición a la luz y a los campos electromagnéticos. De ese modo se explicaría
la disminución de la capacidad del sistema inmunológico, así como la causa de
muchos insomnios o cambios de comportamiento y humor, trastornos que son
habituales en las personas expuestas a campos electromagnéticos.
En el laboratorio Battelle Pacific Northwest (USA), se demostró que
campos eléctricos de 60 Hz y de cerca de 2 kV/m, reducían la cantidad de
melatonina producida durante la noche, precisamente cuando estos niveles
debían ser máximos. Se ha comprobado que una dosis de 400 microwatios/cm2,
inhibe la secreción de melatonina en los seres humanos.
Hay un dato muy importante a tener en cuenta. Los estudios con voluntarios sometidos a campos electromagnéticos de 20 μT durante 8 horas en
un día, no han demostrado una disminución importante de los niveles de
melatonina. Otros autores, con exposiciones a 300 μT no encontraron evidencias
de disrupción de la melatonina. El problema de esos estudios es que como
control, se usan exposiciones de 0,2 μT, que puede ser el nivel al cual la
exposición crónica inhibe la melatonina. En efecto, y esto es de gran
importancia, la capacidad de inhibición de la melatonina por los campos
electromagnéticos parece estar en torno a unos niveles relativamente bajos de
éstos, por debajo de 0,2 μT. Este efecto paradójico es muy similar a lo que ocurre
con la luz, ya que la pineal inhibe la producción de melatonina produce en el
rango de 10 a 200 lux, mientras que exposiciones a 50.000 lux tienen poca
influencia sobre la melatonina.
El descenso de melatonina elimina esta importante hormona antioxidante
y antiinflamatoria. Debido a las acciones oncostáticas y estimulantes del sistema
inmune, el descenso de melatonina hace que el organismo pierda estas
capacidades de defensa. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la
melatonina regula también la función de ciertos órganos endocrinos: las
gónadas, la hipófisis, el timo y el hipotálamo.
3.2.3.-Campos electromagnéticos, melatonina y sistema inmune
Los macrófagos y neutrófilos son células del sistema inmune responsables
de la defensa del organismo. Los campos electromagnéticos aumentan
la producción de ROS por estas células. Una exposición de 0,5 mT durante 45 min
es capaz de activar los macrófagos y monocitos humanos, elevándose la
producción de ROS. Los macrófagos juegan un papel esencial en el sistema
inmune. Los macrófagos activados tienen una elevada capacidad de fagocitosis y
producción elevada de ROS y RNS. Estos radicales libres son útiles para luchar
contra el invasor (bacterias) pero, cuando se producen tras la activación de
dichas células sin presencia de infección, como en el caso de la exposición a
campos electromagnéticos, van a producir un serio daño al organismo. Debido a
la elevada cantidad de melatonina en la médula ósea, la disminución de aquella
por los campos electromagnéticos va a conducir a un aumento del estrés
oxidativo en la médula ósea que afecta a la vez a las células madre. Esos cambios
aumentan el riesgo de cáncer como linfomas y leucemias, aunque también otros
tipos de cáncer como el de mama.
3.2.4.-Campos electromagnéticos, melatonina y cáncer de mama
Los estrógenos que se producen en los ovarios son hormonas esteroides.
Sus funciones son el desarrollo y mantenimiento de los caracteres sexuales
femeninos, sobre todo en el útero, la glándula mamaria y la distribución de la
grasa, pero también se han descrito otras funciones: alivian los síntomas de
disconfor durante la menopausia, son hormonas protectoras de la función
cardiaca protegiendo contra el infarto y los accidentes cardiovasculares, y contra
la osteoporosis y las enfermedades del SNC. Los cambios en el sistema endocrino
secundarios a la disfunción ovárica tienen por tanto mucha importancia y
afectan a numerosas funciones del organismo de la mujer, incluidos el humor, la
memoria, las facultades cognoscitivas, las funciones del sistema inmune, el
aparato locomotor, y la función cardiovascular. Los estrógenos se unen a
receptores específicos en el núcleo de la célula, regulando la expresión génica en
los respectivos órganos diana, principalmente tracto reproductor femenino,
mama, hipófisis, hipotálamo, hueso, hígado, sistema cardiovascular, sistema
nervioso central, piel, etc.
Dada la importancia de la melatonina en la regulación de las funciones
endocrinas, podemos deducir que la reducción de los niveles de esta hormona
podría ser una de las claves para comprender el aumento del riesgo de contraer
cáncer en las personas sometidas a campos electromagnéticos de baja
frecuencia. Se ha propuesto que la supresión nocturna de melatonina podría
explicar la asociación descrita epidemiológicamente entre exposición
electromagnética ocupacional y residencial y el aumento de riesgo de cáncer. Las
personas expuestas a radiación electromagnética pueden tener un riesgo
aumentado de cáncer de mama, bien porque la inhibición de melatonina puede
dar lugar a un aumento de la producción de prolactina y de estrógenos ováricos,
o bien por una disminución del efecto directo inhibidor de la melatonina sobre la
proliferación celular en el cáncer de mama. En este sentido, diversos estudios
indican que si la melatonina se inhibe, se elevan los estrógenos (puesto que la
melatonina frena su producción), aumentando el riesgo de cáncer de mama. En
efecto, la acción de los estrógenos para acelerar el crecimiento de células de
glándula mamaria, es suprimida por la melatonina a concentraciones tan bajas
como 1 nM. Sin embargo, la acción antitumoral de la melatonina disminuye
drásticamente por la acción de un campo electromagnético de entre 0,2-1,2 μT
con una acción máxima a 1,2 μT. La misma intensidad de campo
electromagnético inhibe la acción antiproliferativa del Tamoxifeno, un fármaco
antiestrogénico usado en el tratamiento del cáncer de mama. Además, el
descenso de melatonina por los campos electromagnéticos puede hacer que se
liberen células cancerígenas que estaban en estado quiescente. En este sentido
se ha demostrado que los campos electromagnéticos boquean el efecto inhibidor
de la melatonina sobre el crecimiento de células cancerosas.
3.2.5.-Campos electromagnéticos, melatonina y leucemia
En 1970 aparece la primera relación entre cáncer y exposición a campos
electromagnéticos. Existe una relación positiva entre leucemia, linfoma, y
tumores del SNC, y exposición a campos electromagnéticos. En un estudio caso-
control, se encontró una relación directa de leucemia infantil asociada a campos
electromagnéticos desde 0,2 μT. En adultos, varios estudios han indicado un
aumento de riesgo de leucemia entre trabajadores en centrales eléctricas de al
menos 6 veces más. Otros estudios rebajan ligeramente ese aumento de riesgo a
un factor de 3. Este último estudio, realizado en 4.000 casos de cáncer entre
trabajadores de centrales eléctricas de Canadá y Francia, es muy indicativo.
Actualmente, se ha documentado la existencia de al menos el doble de riesgo
asociado a exposición a campos electromagnéticos por encima de 0,3-0,4 μT,
habiéndose clasificado dichas exposiciones como carcinógenas por el IARC.
Además, existen mucha información epidemiológica que sugiere un aumento de
riesgo de ciertos tipos de cáncer y patologías no cancerígenas asociadas a la
exposición a campos electromagnéticos. Entre ellas, esclerosis lateral
amiotrófica, cáncer de cerebro y leucemia.
Otros estudios han avalado a gran escala la aparición de casos de leucemia
en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido asociados a la exposición de campos
magnéticos. Un estudio sobre 45 fallecimientos de niños, 18 de ellos de muerte
súbita, demostró que los niveles de melatonina eran mucho más bajos en los
bebés fallecidos súbitamente que en los demás. El nivel hormonal en el cerebro
era de 15 pg/ml, frente a los 51 en el grupo de control; y el nivel hormonal en la
sangre era de 11 pg/ml de media en los 18 casos de muerte súbita, por 35 pg/ml
en el otro grupo.
De gran trascendencia es la evaluación de los campos electromagnéticos
en niños. El feto, que no produce melatonina, la recibe a través de la placenta de
su madre, la cual produce mas melatonina a lo largo de la gestación. El recién
nacido no produce melatonina en cantidades significativas hasta los 6 meses de
edad. Por todo ello, el feto y los niños menores de 6 meses son especialmente
sensibles a los campos electromagnéticos. Indudablemente, en estos casos la
falta de melatonina aumenta el riesgo de patologías asociadas a la misma:
mutaciones debidas al daño al ADN y cáncer, aceleración del crecimiento de
tumores, etc. De hecho, la incidencia de leucemia infantil ha aumentado
rápidamente en las últimas décadas en los países más industrializados. Aunque
las causas de esta enfermedad son desconocidas en gran medida, el aumento de
la exposición a los campos electromagnéticos en dichos países y la disrupción de
la melatonina, pueden jugar un papel decisivo.
4.-Conclusiones
4.1.-Los datos publicados por el Council of the Amerian Physical Society y el
National Research Council, indican que no existe actualmente evidencia
definitiva de que la exposición a campos electromagnéticos originados por las
centrales eléctricas tenga un efecto de riesgo sobre la salud humana. Sin
embargo, dichos organismos también indican que, en relación al cáncer de
mama y leucemia infantil, el posible factor de riesgo de dichos campos
electromagnéticos no está aclarado.
4.2.-El problema actual y principal de esta situación de parcial desconocimiento
sobre los efectos de los campos electromagnéticos en la salud humana es que los
estudios en humanos han consistido en un número muy pequeño de casos. Por
tanto, la falta de efectos significativos de la exposición a los campos electromagnéticos puede deberse más a la falta de datos y no a la ausencia
de efectos de los mismos. Por otro lado, muchos de los tests empleados para
evaluar el efecto de dicha exposición no han usado una adecuada metodología.
Por tanto, es necesario ampliar los estudios con técnicas modernas de
neuroimagen, así como con la magnetoencefalografía, que permite estudiar la
actividad electromagnética cerebral con mucha mayor exactitud.
4.3.-La IARC evidencia que, entre otras cosas, los niños son más sensibles a la
leucemia por la exposición campos electromagnéticos. Ello plantea la
cuestión lógica de si los niños que viven en civilizaciones avanzadas, son más
sensibles a dichos campos. Para evaluar mejor la sensibilidad de los niños a los
campos electromagnéticos, se ha realizado recientemente un workshop
internacional sobre “ “Sensivity of Chidren t EM F Exposure”,
organizado y patrocinado por varias organizaciones internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea de Coordinación sobre campos electromagnéticos, la Autoridad Sueca de Protección Radiológica, la comisión Europea de Cooperación en el Campo de la Investigación Científica y Técnica, la Comisión Internacional de Protección de Radiaciones no Ionizantes, y la Facultad de Medicina de la Universidad de Turquía, donde se organizó en 2004. Se consideraron los siguientes puntos:
-Examinar a qué estado de desarrollo los niños pueden ser mas sensibles a
los campos electromagnéticos.
-Posibles efectos de los campos electromagnéticos. en los niños.
-Identificar los puntos sobre los que se debe investigar más a fondo.
Recomendaciones a las autoridades nacionales de todos los países hasta
que exista una información científica mas adecuada.
4.4.-En ese workshop ha existido consenso en que, con el conocimiento actual,
y dada la incertidumbre sobre los efectos de los campos electromagnéticos en
niños, deben tomarse medidas serias para disminuir su exposición a los campos
electromagnéticos, así como la adopción de estándares internacionales. Tales medidas deben ir enfocadas a minimizar la exposición a campos electromagnéticos en colegios y guarderías, así como en cualquiera otra localización donde los niños permanezcan una parte importante del día.
4.5.-La hipótesis de la disrupción endocrina de la melatonina tras la
exposición a los campos electromagnéticos se hace cada vez más consistente, y
puede participar en el aumento de riesgo de muchas patologías asociadas
a la exposición a campos electromagnéticos.
4.6.-Conclusión final: Habida cuenta de los factores de riesgo, la relación entre
exposición a campos electromagnéticos, inhibición de la producción de
melatonina y distintas patologías, sobre todo cáncer de mama y leucemia
infantil, es recomendable que, mientras que no haya más estudios que digan lo
contrario, la instalación de centrales eléctricas generadoras de tal
radiación electromagnética. debe alejarse lo más posible de la población
de riesgo.
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CRITICA DEL DR. Don Juan Represa de la Guerra
(que si está entre los asesores del Ministerio de Sanidad Español)
1.-En todo el informe se habla de los efectos nocivos de los campos
electromagnéticos en general sin hacer mención ni al tipo de campo ni a su
intensidad. Esto es importante porque los campos electromagnéticos son muy
diferentes entre si. Es un hecho aceptado por toda la comunidad científica que
algunos los campos electromagnéticos son incluso imprescindibles para la vida.
Sin el campo electromagnético del sol, no seria posible la vida, los seres
humanos emiten radiación electromagnética y en ausencia total de campos
electromagnéticos estaríamos a -273 oC unas condiciones incompatibles con la
vida. Por el contrario, otros campos electromagnéticos tienen una peligrosidad
intrínseca, por ejemplo los Rayos X.
Esta bien establecido que por encima de cierto nivel, los campos eléctricos y
magnéticos (como cualquier otro agente físico de la naturaleza) pueden tener
efectos nocivos. La cuestión esta en no alcanzar esos niveles potencialmente
nocivos, que además son diferentes para cada tipo de radiación electromagnética. Esto es la base de las normativas internacionales para garantizar la protección de la salud, que sitúan los límites de exposición para cada tipo de campo, entre 50-75 veces por debajo de los niveles establecidos como potencialmente nocivos. En el caso de los campos de baja frecuencia, como son los de las infraestructuras eléctricas el límite de 100 micro Teslas así ha sido calculado y es el recomendado por internacionalmente (OMS, Unión Europea, Ministerios de Sanidad español, etc.
De todo esto discrepa o lo ignora, el informe del Dr. Acuña-Castroviejo. Por ello sería deseable que el informe distinguiera y no pusiera al mismo nivel los campos de baja frecuencia cualquier otra radiación, También debería antes de hablar de nocividad tener en cuenta los niveles y las normativas, de lo contrario el informe como mínimo resulta inútil a todas luces.
2.- En la pagina 4 se asegura que: “Como los campos eléctricos estáticos no
penetran en el cuerpo está asumido que cualquier efecto biológico por
exposición habitual a campos estáticos tiene que ser debido al componente
magnético del campo eléctrico”. Esta afirmación contiene errores básicos: No
es cierto que el campo eléctrico no penetre en el cuerpo humano. Aunque el
aislamiento para los campos eléctricos en la materia viva es mucho mas
eficiente que para el del campo magnético no se puede deducir de esto que los
efectos se deban sólo al campo magnético y a cualquier nivel del mismo. No
es necesario recurrir a trabajos de investigación para afirmar este extremo,
cualquier libro de texto de electromagnetismo explica las leyes que rigen el
comportamiento de un material dieléctrico en presencia de un campo eléctrico.
Por poner un simple ejemplo, si el campo eléctrico estático no penetrara en el
tejido biológico no podríamos electrocutarnos, y todos sabemos lo que sucede
si tocamos dos cables con una gran diferencia de tensión entre ellos. Sería
deseable que el autor distinguiera en su trabajo entre campos eléctricos
conducidos y radiados y revisará todas sus afirmaciones sobre los campos
electromagnéticos.
Es especialmente grave que el Dr. Castroviejo autor del informe, ignore en su
dictamen que un campo eléctrico estático no lleva una componente magnética.
Este fenómeno es bien conocido y esta descrito por las ecuaciones de Maxwell,
los libros de texto de electromagnetismo pueden servir para ilustrar este
comportamiento Todo esto parece ignorarlo desafortunadamente el informe del
Dr. Acuña-Castroviejo.
3.- Respecto a la bibliografía y fundamentos de las afirmaciones del informe
del Dr. Castroviejo, hay que precisar, que aunque el informe incluye una
bibliografía final no se sabe a que parte del texto del informe corresponde cada
trabajo citado, ni como se sustentan cada una de las ideas y afirmaciones del
texto. Esto es algo que no se admitiría ni en una tesina de licenciatura, no
digamos en un dictamen médico científico. Incluso cuando el texto menciona
una fuente, lo hace incorrectamente. Por ejemplo, en el informe se habla de “un
estudio realizado en el laboratorio Northwest Pacific”. Esta no es la manera
correcta de identificar un estudio; para ello, en un trabajo científico se indican
sus autores y una fuente (publicación, libro, página Web) donde estén
publicados los resultados.
Asimismo, de los estudios que hay sobre campos de baja frecuencia y salud, el
autor parece solo hacerse eco de los más negativos (los que encuentran
efectos nocivos a niveles de campo mas bajo) sin mencionar el resto de ellos.
Este sesgo compromete seriamente la validez del informe si no se justifica la
mayor relevancia de unos trabajos sobre otros. Resulta extraña la total
ausencia de referencias a los trabajos de la International Comission for the
Protection against the Non-Ionizing Radiation (ICNIRP) una comisión
internacional independiente auspiciada por la Organización Mundial de la
Salud que revisa y estudia periódicamente los estudios sobre los efectos de los
campos electromagnéticos en la salud [i].
Nota.-(curiosamente en la pagina oficial de CCARS no figura la ultima decision de la OMS para incluir los telefonos moviles como presuntamente cancerigenos)
4.- El informe y la demanda haciéndolo suyo, realizan una serie de
afirmaciones que no se apoyan en evidencias científicas o incluso tergiversan lo que la Ciencia tiene demostrado
4a.- Se afirma que los campos electromagnéticos de baja frecuencia condicionan
la aparición de cáncer (página 5).
Que los campos electromagnéticos aumentan la producción de radicales libres (de nuevo sin indicar a partir que frecuencias ni a partir de que niveles) (página 7).
¿Que estudios demuestran lo anterior?.
Ni la Organización Mundial de la Salud, ni el EPA, ni el IARC recogen tales afirmaciones sobre los efectos de los CEM, recogidos en dicho informe. Si nos referimos, por ejemplo, al informe del IARC titulado: Static and Extremely Low Frequency (ELF) electric and magnetic fields, Vol. 80, recogido en la bibliografía del informe del Dr. D. A. C., podemos encontrar un resumen del mismo en la página web:
http://monographs.iarc.fr/ENG/Monographs/vol80/volume80.pdf
En la mencionada página, que se refiere únicamente a los campos ELF, lo que
se concluye es que no existe evidencia de que dichos campos sean
carcinógenos humanos.
4b.- Se afirma que los campos electromagnéticos producen trastornos
neurológicos, mentales, cardio-pulmonares, dermatológicos, hormonales
inmunológicos y que todo esto esta corroborado por la Environmental
Protection Health (EPA) (páginas 8 y 9). Sería deseable que el autor no
tergiversara esta la fuente de esta información.
4c.- Que los campos electromagnéticos producen trastornos reproductivos
(páginas 8 y 9) y se hace alusión a un efecto teratogénico (capaz de producir
malformaciones) y a un efecto abortivo de los CEM. Existen numerosos
trabajos científicos concretos
18-23 y 27-35
que han estudiado la exposición a campos eléctricos y magnéticos en personas que viven cerca de líneas de alta tensión
34
, en personas que usan mantas eléctricas modelos animales
18, 20-23, 27, 29, 32, 33 19, 31, 35,
y en diferentes , y han concluído que no se producen efectos adeversos sobre el embarazo o el desarrollo del feto.
Otros investigadores usando campos de 50 Hz sinusoidales en modelos animales, tampoco no han visto efectos.
4d.- Que los cables eléctricos de 220 V y 50 Hz instalados en viviendas
aumentan la presión parcial de oxigeno y el hematocrito (página 10), es una
afirmación sin fundamento y difícilmente sostenible. Resulta extraño que tal
afirmación se realice además con independencia de la intensidad de corriente
(es decir parece que el efecto ocurre a cualquier intensidad).
Otra nueva inconsistencia cuando es la intensidad de corriente, parámetro que determina el campo magnético creado por un cable. También se asegura que esto puede inducir electroestres sin ninguna justificación ni calculo de los valores de
campo. Sería deseable conocer que el informe tuviera esto en cuenta.
4e.- Se afirma que la exposición a campo magnético de 1 mT
produce alteraciones de genes (página 11). Sin indicar la frecuencia (el tipo de campo) ¿todos los campos magnéticos? esta afirmación no tiene ningún sentido para los campos de baja frecuencia y solo puede ser aplicable a radiaciones desde
el ultravioleta hacia la parte ionizante del espectro, que nada tienen que ver con
las infraestructuras eléctricas.
4f.- En el informe se indica que los campos electromagnéticos disminuyen los
niveles de melatonina (página 15). Sin aclarar que estos datos no son verdad
para los seres humanos. Así no se menciona que la revista Journal of Sleep
Research publica un trabajo que concluye lo contrario: "los niveles de
melatonina, hormona de crecimiento, prolactina, testosterona y cortisol no
resultaron afectados [por un campo de 50 Hz a ninguna intensidad incluyendo 1
microtesla".
4g.- En el informe, igualmente se indica (página 16) que exposiciones a
campos de entre 1 y 10 mT reducen los niveles de melatonina mientras que
exposiciones a niveles de 20mT y 80 mT no producen este efecto. ¿Significaría
esto que los campos electromagnéticos son buenos para la producción de
melatonina? Ante un resultado contradictorio resulta cuanto menos aventurado
afirmar y especular sobre el efecto de los campos electromagnéticos sobre la
producción de melatonina en los seres humanos y más aún estableciendo la
asociación sin fundamento con el cáncer. El mismo autor dice que los estudios
experimentales que demuestren algún efecto consistente son escasos y el
propio autor pone en duda además su validez en el informe (página 22).
4h.- En las páginas 18-20 el autor señala la relación entre la exposición a
campos electromagnéticos y el cáncer, como la leucemia. Sin embargo en las
conclusiones (página 21) el mismo autor reconoce que de acuerdo con la
American Physical Society y el Nacional Research Council no está demostrada
la relación entre la exposición a campos electromagnéticos y el cáncer.
También se indica página 22 que muchos de los estudios que han dado resultados positivos no usan una metodología adecuada.
El autor debería aclarar estas contradicciones entre sus propias afirmaciones y lo que luego concluye.
No se identifican los estudios que según el autor claman por una relación
directa entre la leucemia infantil y a exposición a campos electromagnéticos.
Tampoco explica como se articularía esto con el hecho de que tal tipo de
cáncer no ha aumentado su incidencia en los últimos 20 años.
4i.- En las páginas 18-20 el autor señala la relación entre la exposición a
campos electromagnéticos y el cáncer de mama Además informe, ignora
estudios numerosos, algunos que son referencia y hay que destacar, por su
tamaño, un estudio el llevado a cabo en Taiwán sobre 1980 casos de cáncer de
mama, el realizado en Finlandia entre los años 1979 y 1989 que engloba a
1.229 casos, y otro sueco (usando la misma metodología que el conocido como
estudio del Instituto Karolinska sobre leucemia infantil) sobre 699 casos de
cáncer de mama; ninguno refiere un aumento en la incidencia de cáncer de
mama por vivir cerca de líneas eléctricas.
Toda la argumentación sobre el efecto de los campos electromagnéticos en el
cáncer de mama es puramente especulativo: no se dan datos de estudios
epidemiológicos ni se proponen mecanismos con consistencia. Por ejemplo,
ninguno de los estudios sobre mujeres que usaban mantas eléctricas
encuentra un riesgo de cáncer de mama aumentado. Estos estudios son
importantes puesto que la exposición a campos electromagnéticos debida a
mantas eléctricas es de las más elevadas que se pueden encontrar (por la
proximidad). En estos colectivos de mujeres ha sido posible investigar el efecto
de la edad y el del tipo de cáncer (positivo o negativo para receptores de
estrógenos), factores ambos que se han intentado (sin éxito) relacionar con la
hipótesis de la melatonina. No se observa que exista un riesgo aumentado de
ningún tipo de cáncer en ninguno de estos subgrupos respecto al resto de la
población.
4j.- En el informe (página 22) se habla de un congreso titulado “Sensitivity of
Children to EMF exposure” patrocinado entre otros por la Organización Mundial
de la Salud, y se afirma que en este workshop se consensuó que “deben
tomarse medidas serias para reducir la exposición a los campos
electromagnéticos”. Las conclusiones de este workshop, [ii] afirman que es
necesario seguir investigando (porque la tecnología debe avanzar en paralelo a
la seguridad sanitaria) pero en ningún sitio se afirma que hay que reducir la
exposición a los campos electromagnéticos.
En la mayor parte de los tumores que afectan a los niños la susceptibilidad
individual suele tener un papel muy importante
38,39.
Hay bastantes evidencias científicas indicativas de que las leucemias linfoblásticas agudas en los niños podrían tener origen en el periodo prenatal12,34,. Asimismo, ha adquirido fuerza la hipótesis de que un agente o agentes infecciosos podrían actuar entre los eventos que contribuyen al desarrollo de estas leucemias.
Generalmente retrovirus.
4k.-.- En varias partes del informe, incluidas las conclusiones finales se afirma
que en general los campos electromagnéticos son malos para la salud, que
hay que investigar más sobre sus efectos, y que mientras se investigan, es
recomendable reducir electromagnéticos. ) la exposición de la población a
campos
Esto no está apoyado por los datos de la literatura científica19-22,25-34.
El Doctor Acuña-Castroviejo publicita y recomienda en la revista Discovery
Salud (revista no-científica) un equipo de descanso que regula los campos
electromagnéticos durante el periodo de sueño de los pacientes para mejorar
su salud [iii]. El método propuesto de regulación es completamente ineficaz (no
impide la exposición a campos electromagnéticos) y falso, como puede comprobarse midiendo los campos electromagnéticos existentes en el interior
de la cubierta de la cama.
4l.- La afirmación de que “la ausencia de efectos significativos a los campos
electromagnéticos pueda deberse más a la falta de datos y no a la ausencia de
los mismos” es una afirmación sesgada, sin ninguna base que debería evitarse
en un informe que pretende ser científico. El autor debería explicar esta
afirmación y en que se basa para hacerla.
( i )Las conclusiones de este workshop están disponible en la Web de la Organización Mundial de la salud, en la dirección:
http://www.who.int/peh-emf/research/children/en/index.html
( ii) http://www.dsalud.com/numero87_4.htm
(iii) http://www.icnirp.de/
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